lunes, 5 de diciembre de 2011


En Panamá sólo existen tres áreas protegidas que salvaguardan ecosistemas asociados a sistemas insulares, como es el caso el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí, el Parque Nacional Coiba y el Parque Nacional Marino de Bastimentos. En Chiriquí el Parque Nacional Marino Golfo de Chiriquí es un buen ejemplo a seguir, a pesar que el manejo de dicha área no es tan efectivo, debido a la escasez de personal y de profesionalismo del mismo.

El Parque Marino es mejor conocido como el archipiélago de las islas Páridas y en él se incluyen las islas Parida (la mayor de todas) y Paridita, las únicas habitadas de todo el archipiélago, ya que contienen fuentes con agua abundante. Otras islas protegidas dentro del parque son Santa Catalina, Pulgoso, Gámez, Tintorera, Obispo, Obispone, Los Pargos, Ahogado, Icacos, Corral de Piedra, Bolaños, Berraco, Bolañitos, San José, Linarte, Saíno, Sainitos, Iglesia Mayor, Carey Macho y Carey Hembra.

Está ubicado a 447 kilómetros hasta Puerto Pedregal y 3 horas en lancha hasta isla Paridas. El parque se encuentra situado en la provincia de Chiriquí y dista 480 kilómetros por carretera desde la ciudad de Panamá. Su superficie es de 14,740 hectáreas de islas y aguas marinas en el Pacífico occidental panameño. Fue creado en 1994, sobre el golfo del mismo nombre, al sur de los extensos manglares de la bahía de los Muertos. El área protegida es conocida como el archipiélago de las islas Páridas y en él se incluyen las islas Parida (la mayor de todas) y Paridita, las únicas habitadas de todo el archipiélago, ya que contienen fuentes con agua abundante.


Comprende áreas insulares, marinas y costeras. Su propósito es el de conservar estos ecosistemas y mantener la diversidad de flora y fauna; estimular las actividades científicas para la conservación y protección de especies endémicas del área, además de actividades de turismo ecológico, educación ambiental e interpretación de la naturaleza.

Tiene un clima tropical de sabana con temperaturas medias anuales superiores a los 27ºC y una pluviosidad media anual entre los 2,000 mm y los 2,500 mm permite el desarrollo de los bosques húmedos tropicales en las diferentes islas en los que dominan el maría, el roble, el cedro espino, el cedro amargo, el espavé y el corotú.

En las numerosas y extensas playas insulares donde habitualmente nidifican las amenazadas tortugas marinas, en especial la baula y la carey crecen las palmas de coco y el manzanillo de playa. El reptil más abundante es la iguana verde, en particular en la isla Bolaños, y el anfibio más común la ranita verde y negra. En los manglares de las islas Parida y Paridita es fácil observar la presencia de la graza tigre y de la abundante reinita manglera.

Volando de isla a isla es frecuente ver a las torcazas, a los loros frentirrojos, a los pericos carisucios y a los pericos barbinaranjas. En las islas mayores se han censado grupos de monos aulladores, mapaches y conejos pintados.

La riqueza del mar que rodea al archipiélago con sus arrecifes de coral y sus praderas marinas es lo más significativo del parque nacional. En los arrecifes se encuentran algunas formaciones del coral Porites lobata y del hidrozoo conocido como coral de fuego y en ellos viven especies tan espectaculares de peces como el ángel rey, el loro bicolor, el tiburón punta blanca.

Definitivamente este es un destino turísticos de nuestra bella provincia que no puede pasar desapercibido cuando se hace turismo... Un lugar para visitar por nacionales y extranjeros.

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